La desilusión

Cuantas veces lloramos a un ser que nos imaginamos! Si ese ser no es real, no lo lloremos como si lo fuera. Alguien que no nos elige, alguien que nos causa dolor, alguien que tiene valores diferentes… puede haber tocado nuestro anhelo del corazón y está bien añorar la ilusión! Lo que no está bien es idealizar a quien simplemente no es real!

Es habitual fragmentar nuestra memoria cuando alguien nos hace sentir aquello que tanto ansiamos. Solemos elegir quedarnos justo con esa memoria linda y descartar las postergaciones, las humillaciones y/o las señales claras de desinterés. Por qué hacemos esto?.... Muchas veces el anhelo de sentirnos conectadas/os nos vuelve vulnerables y vamos por el mundo buscando en las parejas lo que no recibimos cuando debíamos haberlo recibido, en nuestro apego original, en la infancia.

Ayudarnos a recordar todo el combo es muy importante. Recordar junto con el éxtasis, el dolor para tener una memoria objetiva nos trae a nuestro centro. Sin embargo es común que insistentemente traigamos las memoria idealizada de este ser y olvidemos sus defectos, sus acciones erradas, sus comentarios desatinados.

Si has de llorar que sea por el dolor original. No le atribuyas virtudes a alguien que no las tenga!!!!